lunes, 30 de diciembre de 2013

Concurso Ajedrez y Finanzas: Edición 2014

La práctica frecuente del ajedrez desarrolla no menos de 25 cualidades, según los numerosos estudios científicos realizados durante más de un siglo en muchos países; y algunas de ellas son sumamente útiles en la estrategia financiera. El concurso Ajedrez y Finanzas, que (uno de los patrocinadores del ) organiza para los meses de enero a abril de 2014 con jugosos premios, primará los conceptos de objetividad, prudencia, iniciativa y paciencia. Basándose en ellos, los concursantes deberán resolver problemas financieros y ajedrecísticos.
Los cazadores de talentos suelen dar preferencia a los ajedrecistas cuando se trata de analizar mercados o valores. La lista de grandes maestros que han triunfado en el ámbito financiero está presidida por Kenneth Rogoff, ex economista jefe del Fondo Monetario Internacional; e incluye al también estadounidense Ron Henley, consultor de importantes empresas de Wall Street, su compatriota Maxim Dlugy (Bankers Trust y Russian Growth Fund), el británico Matthew Sadler y el holandés Jeroen Piket, entre otros.

La realidad es como es, y no como uno quiere que sea. He ahí una de las primeras enseñanzas del ajedrez y de los negocios. La creatividad y la imaginación son muy deseables y distinguen a un jugador o economista brillante de otro sólido, pero a condición de que esas virtudes estén sólidamente conectadas con la objetividad, y no con sueños imposibles.

Algo similar ocurre con la valentía y la prudencia en los dos ámbitos. La primera es imprescindible en momentos muy concretos, que implican riesgos calculados, o cuando uno tiene que confiar en su intuición, pero siempre con ambos pies bien asentados en la sensatez.

Ese equilibrio no es fácil, y requiere muchas horas ante el tablero o la pantalla del ordenador, calibrando los elementos de una posición para decidir. Por ejemplo, la de tomar la iniciativa -debe hacerse sin dudar cuando tenemos una ventaja perecedera, que requiere juego muy activo- o la de ser paciente y esperar al momento oportuno, cuando las condiciones del entorno sean más favorables o el rival se equivoque, como hace habitualmente el nuevo campeón del mundo, el noruego Magnus Carlsen, definido como “un cocodrilo con chip” por su virtuosa mezcla de paciencia, tenacidad y precisión.

Un ajedrecista y un empresario hacen algo muy parecido: toman decisiones con frecuencia, y suelen ser difíciles, rápidas y bajo presión. Quien tenga ese proceso automatizado por el ajedrez estará bien colocado para triunfar en las finanzas… y el concurso del Inversor Inquieto.

Fuente: http://www.elinversorinquieto.es/concurso/
Obtenido de: http://mundoajedrez.com.pe/finanzas-en-jaque-con-el-inversor-inquieto/






Cultivando el Ajedrez en Ayacucho.

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